Cuando se viaja con otras personas, se puede socializar o sumergirse en el silencio, pero ¿qué es mejor en realidad? ¿Hace hincapié en decir lo que piensa o es más importante la reflexión? ¿Hablar es siempre plata y callar oro? ¡Hablemos de ello en detalle en este blog!
Cómo hablar puede afectar a tu experiencia psicodélica
Viajar en grupo puede ser estupendo. Pero cada participante puede vivir el viaje de forma diferente y la necesidad de comunicarse también puede variar. Imagina que estás en una habitación con un grupo de amigos íntimos, en la que se ha creado un ambiente agradable. Acordaste no dejar teléfonos fuera. La iluminación es acogedora, por lo que el entorno es perfecto.
Cuando empieza el viaje, todo parece mágico, puedes sentir la energía de la tierra, te sientes uno con todo y con todos. Pero entonces ocurre. Uno de tus amigos empieza a hablar, llamémosle Sander. No para de parlotear. Comentarios como: «Los árboles me hablan y todos somos polvo de estrellas en un universo vivo», tu amigo está metido de lleno en el viaje y te cuenta todo lo que se le pasa por la cabeza.
Te ríes con él, pero estás en tu propio viaje. Sientes que te viene a la mente algo especial, una emoción profunda o un recuerdo. Puedes sentirlo, pero en cuanto se acerca, tu proceso se ve interrumpido por otro comentario de Sander. Finalmente, decides salir y sentarte en la hierba. El silencio se siente como una manta cálida. Aquí es donde realmente vuelves a ti mismo y el silencio alimenta la experiencia. Sólo hay presencia.
¿Hablar durante el viaje es siempre malo, es mejor el silencio? Existe una tensión entre hablar y estar callado durante un viaje. Pero merece la pena descubrir qué se necesita y en qué momento.

El silencio en los viajes terapéuticos y rituales: por qué es importante
En la cultura de los pueblos de la naturaleza, el silencio durante una ceremonia psicodélica se considera sagrado. Sea cual sea la droga utilizada (psilocibina, ayahuasca, peyote), el sonido se percibe como algo que se despliega de forma muy consciente. Piensa en tambores, cánticos o salmodias. No hay lugar para conversaciones informales. Una ceremonia de este tipo consiste en escuchar. No a los demás, sino a la droga (la droga del viaje).
También se hace hincapié en el silencio en un entorno terapéutico, donde se utilizan psicodélicos como terapia. Normalmente no hay directrices rígidas, pero se habla poco. Se le anima a la introspección. En un artículo del Hospital McLean se explica cómo funciona la terapia asistida por psicodélicos y qué sustancias pueden utilizarse con este fin: Exploring Psychedelic-Assisted Therapy: Hope, Hype, and Healing.
Entonces, ¿hablar mientras se tropieza es siempre malo? Una vez más, no es el caso. Pero sí importa de qué manera y cuándo lo hagas. Es bueno darse cuenta de que hablar puede ayudar a poner los pies en la tierra cuando uno se siente abrumado. Pero cuando uno se pone a hablar sin parar, puede bloquear ideas más profundas.
Por qué hablar durante un viaje a veces resulta antinatural
Pero puede ser la razón por la que hablar, cuando se está tropezando, puede sentirse incómodo, torpe e incluso innecesario. Sin embargo, también puede ocurrir lo contrario. Parece que no puedes dejar de balbucear, no paras de hablar, filosofar, analizar y discutir. Estas palabras pueden formar una barrera entre usted y lo que está experimentando.
Porque, ¿qué pasa cuando estás hablando? Hablar te lleva al exterior, a la interacción con los demás. El silencio hace lo contrario: te lleva al interior. Te hace sentir y enfrentarte a la verdad desnuda. Eso puede ser difícil, pero también es la fuerza del viaje. El silencio te ayuda a experimentar el momento en sus formas más profundas. Así que si te fijas en qué es mejor durante el viaje, el silencio o hablar, todo se reduce a si realmente quieres la profundidad.

Viajes en grupo e idiomas
Cuando se viaja en grupo, conviene tener claro cómo se quiere comunicar el grupo. Porque esa comunicación tiene lugar es lógico. Pero para eso no siempre hacen falta palabras. Establece unas normas de antemano para que todos se sientan seguros. ¿Todo el mundo quiere que se calle? ¿Está bien preguntar si alguien está bien?
Puedes utilizar gestos de nombramiento. Asentir con la cabeza, poner una mano en el corazón, un pulgar hacia arriba. Son todas formas silenciosas de hacerle saber que lo está haciendo bien. También puedes acordar un gesto para hacerles saber que necesitas ayuda. Así podréis seguir comunicándoos sin romper el silencio.
Cuando hablar es mejor que callar
A veces es bastante difícil valorar cuándo es mejor hablar o cuándo es necesario guardar silencio. Pero que sepas que a veces las palabras sirven. Puedes indicar que necesitas ayuda, que tienes miedo o que quieres estar con alguien durante un tiempo. Este tipo de palabras pueden ser curativas.
Pero también hay momentos en los que el silencio es mágico, cuando el ego se disuelve, tu sentido del yo desaparece. El silencio es incluso esencial entonces. Entonces entras en contacto con lo que ocurre en lo más profundo de tu ser: quizás liberando heridas o cuando recibes percepciones de emociones o visiones cósmicas. Quienes eligen entonces las palabras pueden arrancarse bruscamente de la experiencia. Entonces es como intentar explicar un sueño cuando todavía se está en medio de él.
Si empiezas a hablar demasiado pronto, la experiencia se te escapará. Y es una pena. Deja que ese silencio dure un rato, déjate llevar, experimenta, sin recurrir a las palabras. No son necesarios, la experiencia habla por ti. Más tarde, encontrarás las palabras.
Pruebas científicas: psilocibina y lenguaje
Una investigación de Carhart-Harris et al (2017), afiliada al Imperial College de Londres, muestra que la psilocibina reduce la actividad en la Red de Modo por Defecto, una región cerebral implicada en la autorreflexión y el procesamiento del lenguaje. Esto puede explicar por qué el habla durante un viaje a menudo resulta poco natural o incoherente.
Un estudio más reciente realizado en animales por Zhang et al (2025), publicado en Nature Translational Psychiatry, muestra que la psilocibina interrumpe la comunicación cerebral en las zonas frontales. Estas áreas intervienen en el habla y en las funciones cognitivas superiores. Aunque se realizó en ratas, aporta valiosos datos sobre la influencia de los psicodélicos en el lenguaje.
Fuentes:
Carhart-Harris et al (2017), Frontiers in Neuroscience. https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5625021/
Zhang et al (2025), Nature Translational Psychiatry. https://www.nature.com/articles/s41398-025-03308-4
Tenga en cuenta que este blog es meramente informativo y no un consejo médico. El consumo de psicodélicos conlleva riesgos. Asegúrate de contar con un entorno seguro y un cuidador de viaje sobrio, y nunca lo utilices en combinación con medicación o problemas de salud.
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