Blog
25 noviembre 2025
- Envío rápido y discreto
- Múltiples opciones de pago
En los últimos años, la microdosificación ha ganado cada vez más atención: tomar cantidades muy pequeñas de una sustancia psicodélica como la psilocibina (de las trufas) para experimentar cambios sutiles pero evidentes de humor, creatividad y concentración.
Lo que antes se consideraba una práctica de nicho entre artistas y emprendedores se está transformando ahora en una forma consciente de conectar con uno mismo.
Como coach que trabaja con la microdosificación, veo en primera persona el impacto que puede tener, no solo en el rendimiento, sino sobre todo en la autoconciencia y la calidad de vida.
La microdosificación significa tomar una fracción de una dosis normal de trufas, tal que no provoque alucinaciones. El objetivo, de hecho, no es “viajar”, sino ampliar ligeramente el estado natural de conciencia. El efecto es sutil, pero puede ser perceptible en la forma de pensar, sentir y reaccionar.
Yo, y muchos otros conmigo, experimentamos que la microdosificación ayuda a:
La motivación varía de persona a persona. Algunos quieren gestionar mejor el estrés o la sobreestimulación. Otros buscan más inspiración o conexión con su propio sentir.
Lo que hace que la microdosificación sea interesante es que no es una solución rápida, es un ejercicio consciente de autoobservación. Al tomar regularmente pequeñas cantidades, aprendes a reconocer tus patrones de pensamiento, emociones y comportamiento.
A menudo les digo a mis clientes:
“La verdadera magia de la microdosificación no está en la trufa, sino en la atención que dedicas a ti mismo.”
La psilocibina se transforma en el cuerpo en psilocina, que influye en los receptores de la serotonina en el cerebro, en particular en el receptor 5-HT2A.
Parece técnico, pero en esencia significa que el cerebro se vuelve más flexible en su forma de comunicarse. Viejos patrones de pensamiento pueden aflojarse, creando espacio para nuevas intuiciones.
Muchas personas describen la sensación como si el “ruido” disminuyera: los pensamientos son más claros, las emociones más suaves y surge un sentido de conexión, con uno mismo, con los demás y con el momento presente.
La microdosificación funciona mejor como parte de una rutina consciente. Requiere reflexión, calma y honestidad hacia uno mismo.
Por eso acompaño a menudo a las personas en un camino en el que no solo miramos la dosificación, sino sobre todo la intención:
Con estas preguntas en el centro, la microdosificación no se convierte en un experimento, sino en una forma de crecimiento personal.
En mi práctica noto que las personas que hacen microdosificación entran a menudo más en contacto con su propia brújula interior. Experimentan:
A veces es algo sutil, como si se creara un poco más de espacio entre estímulo y respuesta. Y es en ese espacio donde empieza el cambio.
La microdosificación con psilocibina no es una cura milagrosa, pero puede ser una potente herramienta para comprenderte mejor a ti mismo.
Requiere curiosidad, responsabilidad y respeto, por ti mismo y por la naturaleza de la que proviene esta sustancia.
“Quien mira con gentileza lo que vive dentro de sí descubrirá que la conciencia es la verdadera medicina.”
Válido del 21 de octubre al 2 de noviembre de 2025
Utilice el siguiente código al finalizar la compra para recibir un 15% de descuento en todo el pedido.
